Atrévete a ser Feliz
A veces calculamos nuestra propia felicidad, haciendo comparaciones con quienes nos rodean… Quizás hemos sentido que el dinero, el poder, o encontrar a tu pareja, pueden dar sentido a tu vida. Con amargura, envidiamos al que tiene más cualidades que yo, al que es mas bueno, con más talentos, entonces nos sientos inútil y desgraciado.
Otras veces somos infelices porque vemos que los otros tienen más… Y le reclamo al Señor: “porque a mi no me diste esto, o porque me hiciste así”. Que bien se siente encontrar un chivo expiatorio, que aparentemente carga con nuestra miseria, es muy cómodo, porque bajo la mascara de no puedo, no sé, nos deshacemos de nuestras propias responsabilidades… pero un momento… sigo siendo infeliz.
O quizás buscas el sentido de tu vida en las opiniones y en la búsqueda de aprobación de tus amigos, tus padres, de tus colegas de trabajo, de tus superiores, etc., pero siempre acabas sintiéndote igual: con una sensación interior de desesperanza y vacío.
Sabes que todos tenemos límites que nos impiden disfrutar plenamente de nuestra vida. No podemos amargarnos la existencia, pensando cuan mejores son los demás. Es como un juego de póker. Cada uno trata de hacer el mejor juego con las cartas que te tocaron. Si tienes unas cartas que te lleven al triunfo, juégalas bien y vence, si tienes cartas malas, juégalas lo mejor que puedas, no importa si no ganas. No todos hemos nacido para jugar en un partido de primera división. Lo importante es que esos talentos que tengo los emplee bien en el lugar adecuado.
La felicidad está en nuestro interior, no significa hacer lo que tu quieras, sino en la renuncia de si, para ser feliz se necesita amar; aceptar la vida como viene; disfrutar de lo pequeño y de lo grande; conocerse a sí mismo, sentirse querido y valorado no significa creerte más importante que los demás, significa saber y tener plena conciencia de que tu vida es infinitamente valiosa.
Dios es la fuente suprema de la alegría, por ser amor, bondad, reconciliación, perdón y donación total.
"Cuánto gozamos con lo poco que tenemos y cuánto sufrimos por lo mucho que anhelamos."
