Un joven blanco se detuvo a ayudarla a pesar de todos los conflictos raciales que habían ocurrido durante los años 60. El joven la llevó a un lugar seguro, la ayudó a obtener asistencia y la puso en un taxi. Ella parecía estar bastante apurada. Ella anotó la dirección del joven, le agradeció y se fue.
Pasaron siete días cuando tocaron la puerta de su casa. Para su sorpresa, un televisor patalla gigante a color le fue entregado por correo a su casa. Tenía una nota especial adjunta al paquete. Esta decía: “muchísimas gracias por ayudarme en la autopista la otra noche. La lluvia anegó no solo mi ropa sino mi espíritu. Entonces apareció usted. Gracias a usted pude llegar a lado de la cama de mi marido agonizante, justo antes de que muriera. Dios lo bendiga por ayudarme y por servir a otros desinteresadamente”. Sinceramente, la señora de Nat King Cole.
Segunda historia.
El niño terminó el helado, pagó en la caja y se fue. Cuando la mesera volvió, ella empezó a limpiar la mesa y entonces le costó tragar saliva con lo que vio. Allí, puesto ordenadamente junto al plato vacío, había veinticinco centavos… su propina.
Tercera historia.
Hace mucho tiempo, un rey colocó una gran roca obstaculizando un camino. Entonces se escondió y miró para ver si alguien quitaba la tremenda roca.
Algunos de los comerciantes más adinerados del rey y cortesanos vinieron y simplemente le dieron la vuelta. Muchos culparon al rey ruidosamente de no mantener los caminos despejados, pero ninguno hizo algo para sacar la piedra grande del camino.
Entonces vino un campesino y llevaba un carga de verduras. Al aproximarse a la roca el campesion puso su carga en el piso y trató de mover la roca a un lado del camino. Después de empujarla y fatigarse mucho, lo logró. Mientras recogía su carga de vegetales, notó una bolsa en el suelo, justo donde había estado la roca. La bolsa contenía muchas monedas de oro y una nota del mismo rey indicando que el oro era para la persona que removiera la piedra del camino. El campesino aprendió lo que los otros nunca entendieron.